jueves, 7 de enero de 2010

Afinidad entre harapos

Cadenas, ataduras, tengo cuerdas, vendas, tengo trapos;inmovilizand, inhibiendo toda acción que este dentro de mi cerebro, no me permiten ver claramente ni percibir con claridad el presente; otras ocultan heridas y quebraduras producto del mal cuidado que ha tenido que soportar esta envoltura de piel magullada (...)

Como negras enredaderas se meten por mis venas, por mis pulmones, por mis cabellos, atrapando mis órganos y todo lo que sea posible asfixiar

Llegar a pensar que ya mordieron mi alma, esa entumecida llama con escalofríos que se mantiene viva gracias al calor ajeno, único y distante ya es casi un apretón de dientes y manos.

No estoy seguro de esto, prefiero mentir a mi mismo asegurándome que aun no he llegado a ese punto, y que ese interior aun está puro, sin amo ni contratos de ningún tipo.

Porque, por más que endulce el té, aun me sabe amargo, el agua que bebo es mas turbia y día que pasa se vuelve mas opaco.

La incoherencia de la situación se vuelve mas razonable, mas legible y a su vez mas
renuente.

En el preciso instante donde todo pareciera llegar a un buen final, es cuando inserto sin querer la llave inglesa entre el engranaje, anulando movimientos y palabras de aliento de futuros que saben a utopías llenas de realidad; dentro de todo, no todo se ve lejano, tal vez lo mejor sea ver pasar el tiempo en fotografías, esperando ver pasar la que me alegre y complemente la (...)

Nada es cuestión de tiempo, ni nunca se está completamente seguro, solo es dejar llevar el interior por la situación que haga sentir mas calor y afinidad, como la mañanera brisa marina que se mezcla en la aun tibia arena en la costa tapizada por la niebla.


...mejor me voy a tomar un café, mentira, nunca me han gustado los "cafés".

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