martes, 3 de abril de 2012

Ansiedad


Ansiedad, culpabilidad, arrepentimientos sin sentido ni objetivo, crisis, futuro, ya no hay tiempo para sentarse y decir: "esto puede esperar", ya todo esta tan cerca, muchas cosas ya he dejado atrás, otras las tengo frente a mí, intento e intento dejar un margen pero el tiempo pasa firme sin vacilar, no sirve perderse en el tiempo, ni escapar de lo que nos rodea, tal vez sea momento de dejar todo atrás, talvez sea la hora de afrontar, talvez todo sea venidero, o quizás sea mi peor decisión.

Los miedos se tornan cada vez más grises, nublando mis pensamientos, dejando poco espacio para razonar, para sonreír, aun asi camino firme, intentando no demostrar mi inseguridad, ante todo, ante todos. Los días pasan como horas, y las horas... bueno ya casi ni las siento.

Tiempo atrás todo era tan distinto (...) ¿donde quedaron esos atardeceres en las veredas? esas risas sin preocupaciones, tan reales, seguras, calidas. Quizas ya es momento de pensar como ellos, de actuar y vivir al ritmo de los demás, talvez así pueda mejorar. Talvez así pueda vivir... o, al menos, existir.

Un jovenzuelo jugándo a ser adulto, forzándose a vivir como uno más, pensando en un mismo futuro, una misma vida, quizas sea un cambio natural, incertidumbres caracteristicas de la edad, riesgos que hay que tomar.

Lo unico claro aca, es que hay que seguir, seguir viviendo como más a uno le acomode, sea muy simplista o de dificil entendimiento; y si, vendrán caminos escarpados y grandes penas, pero la mejor compañia es nuestro corazón, forzandonos a no caer, seguir nuestros propios objetivos, y que más da, mejor aun con la mejor compañia que un hombre pudiese tener...

Un día de Verano, donde todo solía fluir.

Porque te miro y muero


Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque la noche pase y yo te tenga
y no.

Mario Benedetti.

Amor de escapados


Nunca pensé que alguien como tu se fuese a fijar en alguien como yo, que alguien como tu no rechazara mis ideas, mi camino, mi forma de ser... algo viste en mi, aun me lo sigo preguntando, y siempre tendré esa interrogante rondando mi cabeza.

Esa sonrisa sin motivo alguno, o al menos eso creo, una tranquilidad inmensa inunda mi interior, matando todas las preocupaciones del día, mi anhelo, mi cielo, mi estrellita que brilla cada noche en lo alto del cielo, tantas noches, mirándola y pensando en ti... tantos suspiros.

Aquellas tazas de té, por julio - agosto, una notoria vergüenza y nerviosismo me atacaban, sin saber que hacer ni que decir, el temor a cagarla recién comenzando a conocerte, la incertidumbre, que hoy por hoy está en el tacho de la basura.

Los sueños, el amor, la pasión, el reencuentro, las despedidas, un beso húmedo a media noche, caminando por parque Bustamante sin preocuparse del día que viene, el tiempo, el dinero, los enemigos, nada de eso importa, solo por 5 minutos puedo olvidarme de todo y sentir como se llena cada espacio vacío de mi corazón, intentando hacer durar para siempre ese pequeño y corto momento, cada día, tu voz, tu olor, tu adiós, y un nuevo abrazo apretado, tal como si el día que viene te irás muy lejos.

Ya me conoces, ya te conozco, ya te amo.

Un caluroso día de Noviembre.

lunes, 23 de enero de 2012

De lunas, felinos y escapados

Con la luz de la luna, entrando suavemente por un hueco en su ventana
las cortinas semioscurecidas por el polvo y los pesares,
la muchacha semidesnuda se detiene frente al inseguro muchachito,
miedoso y ansioso, preocupado por lo que ocurrirá minutos después.

Ruidos de sirenas, aullidos de perros y pasos lejanos
las magulladuras de la tarde aún arden en su rostro, los
moratones aún duelen, los ojos hinchados y la respiración agitada
los dedos de la joven acarician su rostro, lentos besos en su mejilla
fueron la mejor terapia para sanar a ese gusano que habitaba en su corazón

Pues dime; ¡¿que te han hecho?! pregunta ella lamentándose, mientras que mirando
al suelo el chico solo responde con un último suspiro: "hazme el amor, hazme sentir como nunca
antes lo sentí, abrázame con tus venas, arrópame en tu corazón y no me dejes ir, no al menos por
esta noche. Por la mañana volviendo al infierno ya lo sabrás."

Jadeos, calor, las sabanas arrugadas por tanto movimiento, las frías ventanas sintieron el calor humano
después de tanto tiempo; las bombas, las metrallas, el sufrimiento, el dinero, la enajenación diaria que ha de sentir
un humano se fueron por el alcantarillado, una nube, esta vez no de humo, sino que de ternura se apropió de la gris habitación.


Miradas cómplices se cruzaron, ríos de salada saliva, mezclada con sangre de sus labios, balbuceando un apretado "te quiero",
velas a la mitad, con la tenue luz de su fuego, bailando al ritmo de los cuerpos, sudor y lágrimas, intentando detener el tiempo,
6 am. y los primeros bríos de luz comienzan a atravezar los vidrios, pero la noche es larga, y el dolor duradero, así que los dos escapados
abrieron sus caminos, bifurcados ya para caminar juntos, hasta la muerte, o quién sabe, si algún viaje los enamora nuevamente
en la selva o en algún bosque, lejos de el cementerio ciudadano, reforzando aún más el asco que solían sentir ante los horrores de la
civilización.

Con un ojo semi abierto, despierta Jean, con una vorágine de pensamientos, unos ojos debilitados por el día anterior lo están mirando , detenidamente,
pasivos, tranquilos, depositando en el una seguridad jamás antes sentida -"Buenos días amor" saluda Violeta- Éste sonríe, y le besa su frente.
-¿Me vas a contar lo que te hicieron?-
-Tomemos nuestras bicicletas y ya lo veremos-

Y así comenzó un nuevo día rumbo a algún lugar.