martes, 16 de agosto de 2016

Esa loca sensación la cual nos invade en cuerpo y alma, y nos hace olvidar lo mierda que es el mundo, las personas, las cosas... ese sentimiento del cual no se necesita de diez años, o tan sólo un par de meses, puesto que si éste es real, tangible, mientras dos sonrisas se conecten, las miradas hablen, y los pensamientos se encuentren, perdurará cual roble duro de quebrar, el cual con cada día, y mes que pasan cimienta con mayor fuerza sus raíces sobre la tierra, no importa lo seca que esté, ni las tempestades que estén por venir, puesto que eso es, ni más ni menos; respeto, cariño, el cuidarse, protegerse, promoverse, apoyarse, ser compañeros, amantes, confidentes, niños, adultos, animales... así y todo hay gentes, mentes y almas que necesitan de caerse varias veces con la misma piedra, para entender finalmente que aquello es lo que les detiene su andar, y no les permite seguir, crecer, ver, vivir y amar en libertad; y las hay, por el contrario, otras que la vida ya les ha enseñado, a palos qué es lo que se debe conservar y atesorar, y qué es lo que ha de enterrarse bajo tierra, para que no les nuble el camino ni envenene sus pensamientos.



Sabio es el tiempo, así tambien las coincidencias.




"Es al separarse cuando se siente y se comprende la fuerza con que se ama." Fiódor Mijáilovich Dostoievski